lunes, 5 de diciembre de 2011

MARKETING EMOCIONAL

El marketing emocional
El marketing emocional estudia la relación entre el individuo y su entorno, sus reacciones ante diversos estímulos externos, y de las miles de probabilidades que va a barajar el estudio, terminarán quedando seis simples “porqués”.
Así se pueden definir seis emociones básicas universales que experimenta el ser humano, independientemente de su raza, sexo, religión y nivel intelectual, ante un estímulo determinado. Estas son: Alegría, Sorpresa, Tristeza, Miedo, Aversión e Ira.
Si estamos deduciendo que el marketing emocional es un instrumento útil y poderoso en manos de una empres a con una clara voluntad de permanecer y crecer en el mercado, nos iría bien definirlo para conocer su alcance y sus límites. De modo que podríamos definir el marketing emocional como “una actitud proactiva de una empresa por encontrar y desarrollar un vínculo afectivo duradero con sus mejores clientes para que sientan la marca como algo propio y necesiten contribuir a su crecimiento y supervivencia”. Una vez identificados lo mejores clientes, la marca añade valor emocional a la relación existente en forma de ayuda o afecto deseable, coherente, oportuno y generoso al sujeto. La ayuda debe prestarse siempre de forma que produzca una experiencia: personal, positiva, relevante, clara, consistente, de beneficio mutuo, original y memorable.
De este modo, esta ayuda supera las expectativas del cliente y le produce un deseo sincero de corresponder, que se ve materializado en el afecto y el compromiso con los intereses de la marca-empresa a corto, medio y largo plazo. El Marketing Emocional, por tanto, no es una nueva forma de vender, sino de garantizar la permanencia del cliente y aumentar el volumen de las ventas.